¿Es posible hacer reparar el frigorífico sin pagar una peseta, pero ofreciendo a cambio el propio trabajo, sea comida macrobiótica, tartas, cuidado de niños o enfermos, clases de idiomas o una consulta ginecológica? Sí, es posible.
¿Se puede contratar un servicio de traducciones y abonar con productos de huerta, un tratamiento odontológico, con clases de solfeo, masajes o clases de informática? Sí, es posible.
El dinero condiciona seriamente nuestra realización plena como seres humanos. La ayuda recíproca debiera sustituir a la competencia estéril, el lucro y la especulación.
El Club del Trueque forma parte de una Red de autoayuda empresaria donde el objetivo no es el lucro, sino mejorar la calidad de vida. El trueque multirecíproco que practicamos es un sistema de intercambio sencillo e imaginativo mucho más evolucionado que el trueque recíproco de la antigüedad. En él, cada socio produce artículos o servicios y a la vez también consume lo que otros miembros del club ofrecen sin necesidad de usar dinero. El dinero es reemplazado por una herramienta de intercambio que en nuestro club se llama «NODINE» (no dinero), el cual es generado por uno mismo a través del propio trabajo y su valor inicial es equivalente a la moneda del mercado. Esto permite que grupos de personas de una misma región o de diferentes regiones y países intercambien bienes y servicios en un trato recíproco y amigable, con conciencia ecológica en donde todos salen ganando y ninguno pierde.
¿Ventajas? Comprar cosas o utilizar servicios sin meter la mano en el bolsillo.
Función del trueque: vincular a los productores con los consumidores sin tener que recurrir al dinero para sus transacciones. Y su finalidad es no sólo facilitar la inserción de la gente al mercado, sino también, que quienes ingresan tengan la oportunidad de capacitarse, crear su empresa, su propia producción, sin intermediarios y sin recurrir a préstamos bancarios, es decir, intentar un emprendimiento sin morir en el intento.
Problemas que se pueden presentar:
El Sistema de Trueque que practicamos se sostiene sobre tres columnas: la confianza, la reciprocidad, el sentido común y el no lucro. Este sistema, aún con toda su maravillosa posibilidad de amplitud y diversidad, con su naciente capacidad técnica para reconceptualizar la solución de muchos problemas, y a pesar de su diseño claramente propiciatorio de la participación comunitaria y la integración multicultural, puede ser como un cuerpo sin espíritu.
Lo que confiere espíritu a esta red de clubes, es el progresivo reconocimiento de ciertos principios universales involucrados en el proceso de desarrollo.
De esos principios fundamentales, el inicial es la aceptación de la unidad esencial del género humano sin discriminación de ningún tipo, es lo primero que debe circular por las arterias de la red en formación.
Su reconocimiento implica mucho más que la mera declamación o un modo de pensamiento. Implica una actitud resuelta, de la que se desprenderán acciones concretas tendentes a privilegiar el beneficio del conjunto de los seres humanos por sobre cualquier interés sectorial.
Esta reconceptualización de la vida queda claramente analizada por Floyd Watson: «Es efectivo, por regla general, que las ideas tienen consecuencias, por consiguiente, las ideas que el hombre tiene sobre el hombre, tienen las consecuencias más trascendentales de todas. De ellas, pueden depender los paradigmas de la cultura, el propósito de la educación, la concepción del futuro, la estructura del gobierno y los usos humanos o inhumanos de los seres humanos.»
Los principios son una guía para el mejor desarrollo de nuestras actividades, orientan sobre conductas y actitudes deseables respecto a una serie de temas básicos.
Estar en el sistema del trueque equivale a negociar bajo pautas éticas.
Como todo sistema basado en la confianza y la reciprocidad, puede ocurrir que algún miembro se sienta tentado por el tipo de red no vinculante para eludir los compromisos asumidos (por ejemplo no cumplir con lo pactado, emitir vales sin respaldo, falsificación).
La sanción ética a esta defraudación le llega de forma inmediata y multiplicada por el mismo concepto de red que pretende defraudar.
Quien falle adrede en los compromisos, o utilice el sistema con la sola finalidad de especular, puede ser observado por los miembros del club y retirado de las listas.
Nos gustaría conseguir dos ordenadores por el sistema de trueque.
El número de telefono de contacto es 943-832223 preguntar por Eduardo ó Libe.
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